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Guías de viaje
España está llena de rincones inesperados. Descubre los diez de los lugares más bonitos del país, donde la naturaleza y la historia se mezclan para sorprenderte.
¿Te gustaría recorrer un país con paisajes tan variados que parece que estás viajando por varios lugares diferentes? Eso es España. Con su combinación de tradiciones, cultura, gastronomía, historia y naturaleza, tiene todo lo que un viajero podría desear. Aunque ha sido difícil, aquí hemos seleccionado los lugares más bonitos de España que deberías visitar al menos una vez en la vida.
Esta región gallega, situada entre Lugo y Ourense, es conocida por sus viñedos que se extienden a lo largo de las montañas y por los imponentes cañones formados por los ríos Sil y Miño. Es uno de los lugares más bonitos de España. Además, la Ribeira Sacra alberga un valioso patrimonio arquitectónico, como el Monasterio de San Pedro de Rocas, uno de los mayores conjuntos de arquitectura románica de Europa, y rutas de senderismo de la zona ofrecen vistas impresionantes y miradores como el de Cabezoás, desde donde se aprecia la grandeza de los cañones del Sil.
El otoño es la estación perfecta para visitar la Ribeira Sacra, especialmente cuando los viñedos se tiñen de rojos y dorados. Para disfrutar de esta maravilla natural en su máximo esplendor, nada mejor que hacer una ruta en barco por los cañones del Sil. Varias empresas operan salidas desde Monforte de Lemos o Castro Caldelas (10-20€).
Para sacar el máximo provecho de la Ribeira Sacra, lo ideal es pasar entre 2 y 3 días explorando la zona. Además, si eres amante del vino, no puedes perderte una visita a las bodegas locales. Nuestras favoritas son Abadía da Cova o Adega Regina Viarum, donde podrás conocer el proceso de vinificación y degustar sus exquisitos vinos (10-25€ aprox.).
En Teruel encontraremos uno de los lugares más bonitos de España: Albarracín, famoso por su espectacular conservación medieval. Sus casas de tonos rojizos, los callejones empedrados y las imponentes murallas que datan de la Edad Media crean una atmósfera única, como sacada de un cuento. Rodeado por un paisaje montañoso espectacular, el pueblo ofrece miradores como el Mirador de Albarracín, desde donde se disfrutan vistas panorámicas impresionantes de la Sierra de Albarracín.
Este pequeño pueblo combina historia y belleza en cada rincón. No podemos perdernos la Catedral del Salvador Albarracín (2-5€), un magnífico ejemplo de arquitectura románica, ni el Castillo (3€), desde donde podremos disfrutar de unas vistas espectaculares. Las murallas medievales, que rodean el casco antiguo, nos permiten imaginar cómo era la fortaleza en la Edad Media. Y, si buscamos una ruta sencilla, el Paseo Fluvial a lo largo del río Guadalaviar es ideal. Este sendero circular, con sus escaleras, pasarelas y puentes colgantes, sorprende con sus vistas. ¡Es un recorrido que no deja a nadie indiferente!
Para evitar aglomeraciones, recomendamos visitar los principales puntos turísticos a primera hora de la mañana o al final del día, especialmente si viajamos en temporada alta.
Para aprovechar al máximo la visita, lo ideal es alojarse en alguna de las encantadoras casas rurales o pequeños hoteles del pueblo, como el Hotel Posada del Adarve. Y si te apetece probar la gastronomía local, no te puedes perder el Rincón del Chorro o en La Taba, dos de los mejores restaurantes del lugar.
También en Galicia encontramos otro de los lugares más bonitos de España: la Playa de las Catedrales. Ubicada en la costa de Lugo, esta playa es un auténtico espectáculo natural, famosa por sus enormes formaciones rocosas moldeadas durante siglos por la fuerza del mar y el viento. Los imponentes arcos y cuevas, que se elevan más de 30 metros sobre el nivel del mar, crean un paisaje único que imita una catedral gótica.
Tip de insider mportante: para apreciar este rincón gallego en todo su esplendor, asegúrate de visitarlo durante la marea baja.
Durante temporada alta (de junio a septiembre), es imprescindible reservar con antelación la entrada (gratuita, eso sí) para acceder a la playa, ya que se limita el número de visitantes para preservar su conservación.
Tip para los fotógrafos: si la marea baja lo permite, el amanecer o el atardecer son el momento perfecto para capturar la magia de la playa. Dirígete a la zona central, donde las formaciones rocosas y la luz suave del sol hacen que cada foto sea espectacular.
A menos de una hora en coche desde la ciudad de Málaga, encontramos uno de los paisajes más impresionantes de Andalucía: el Torcal de Antequera. La responsable de su atractivo y peculiaridad es la erosión kárstica, que durante millones de años ha ido moldeando la roca caliza hasta dar lugar a un paisaje único, repleto de formaciones caprichosas y extrañas que parecen sacadas de otro planeta. Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, el Torcal de Antequera es un verdadero museo geológico al aire libre.
Desde aquí parten numerosas rutas de senderismo, lo que hace del Torcal de Antequera uno de los puntos de partida más importantes para el senderismo en Andalucía. Aquí van nuestras favoritas…
Dependiendo del tipo de excursionista que seamos, podemos calzarnos las botas y recorrer alguna de estas rutas:
La mejor época para visitar el Torcal de Antequera es la primavera y el otoño, cuando el clima es más amable y hay menos visitantes. Eso sí, un buen calzado de senderismo es imprescindible para recorrer con seguridad sus caminos pedregosos y, a veces, resbaladizos.
Entre Bakio y Bermeo se encuentra este impresionante islote, coronado por la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, a la que se accede subiendo una escalinata de 241 peldaños. Los amantes de Juego de Tronos sabrán muy bien de qué hablamos, ya que este rincón vasco aparece como Rocadragón en la famosa serie.
Pero más allá de su fama televisiva, San Juan de Gaztelugatxe es un lugar lleno de historia que ofrece unas vistas espectaculares de los acantilados y del mar Cantábrico a sus pies. Uno de los lugares más bonitos de España que tenemos que visitar sí o sí.
San Juan de Gaztelugatxe es uno de los destinos más populares del País Vasco, especialmente en temporada alta (consulta aquí el calendario 2025). Aunque la entrada es gratuita, debido a la gran afluencia de visitantes, es necesario hacer una reserva previa para garantizar el acceso a través de este enlace.
El recorrido hasta la cima de Gaztelugatxe tiene una distancia de 1,9 km y una duración aproximada de una hora. A pesar de ser una excursión corta, no te dejes engañar: ¡no es un paseo tranquilo! Hay varios tramos de escaleras empinadas y pendientes que exigen un mínimo de esfuerzo. No se necesita una gran forma física, pero asegúrate de llevar ropa y calzado cómodo para disfrutar del camino sin problemas.
A veces, debido a factores externos como el viento o las fuertes lluvias, el acceso a la ermita puede quedar cerrado por seguridad de los visitantes. Si eso ocurre, no te preocupes, ¡hay muchas otras opciones!
Puedes disfrutar de las impresionantes vistas del islote y los acantilados desde los miradores cercanos —Mirador de Gaztelugatxe y Mirador de la Costa de Bakio—, aventurarte en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, o visitar los pueblos de Bermeo o Bakio y disfrutar de su playa y gastronomía local.
En coche, desde Bilbao, unos 35 km (aproximadamente 45 min). Aparcamiento limitado cerca de la entrada.
En transporte público desde Bilbao
Desde Bermeo y Bakio — autobús A3527 que conecta con Bilbao, o Taxibus (capacidad de hasta 8 personas). Consultar horarios al 946 125 555.
¿Algún ornitólogo o amante de los pájaros está leyendo esto ahora mismo? Si es así, la Laguna de Gallocanta debería ser una de tus paradas imprescindibles. En otoño e invierno, miles de grullas migratorias hacen una parada en este humedal y ofrecen un espectáculo único. Rodeada de paisajes impresionantes, es uno de los lugares más bonitos de España para disfrutar del avistamiento de aves en su hábitat natural y de la belleza de sus paisajes.
La mejor época para visitar la Laguna de Gallocanta es entre noviembre y febrero, durante la migración de las grullas y, a ser posible, durante las primeras horas del amanecer y las últimas de la tarde, cuando la laguna se convierte en un espectáculo visual. No te pierdas el Mirador de La Playa y no olvides llevar prismáticos.
Una de sus rutas más famosas es la Ruta de las Grullas, circular, apta para todos los públicos y se puede hacer a pie o en bicicleta (4-5 km, 1-2 horas).
El acceso a la Laguna de Gallocanta es libre y en invierno se organizan visitas guiadas gratuitas.
La Cueva de los Verdes, en la isla de Lanzarote, es una de las formaciones volcánicas más impresionantes de las Islas Canarias. Originada por una erupción hace más de 5000 años, forma parte del Túnel de la Atlántida, una red de tubos de lava subterránea. Al adentrarnos en la cueva y caminar por sus pasillos, las luces —cuidadosamente ubicadas por Manuel Delgado— hacen que las paredes de lava cobren vida, cambiando de color y forma según el ángulo.
En tiempos antiguos, la cueva era mucho más que una maravilla natural. Durante los ataques de piratas, los habitantes de Lanzarote la utilizaban como refugio. Su compleja red de túneles, serpenteando bajo tierra, ofrecía una defensa casi impenetrable, y los invasores difícilmente lograban adentrarse en sus profundidades, ya que cada recoveco estaba diseñado por la propia naturaleza para confundir y proteger.
Para visitar la Cueva de los Verdes, es necesario comprar las entradas online, ya que no se venden en taquilla. El precio de la entrada general es de 16€ y la duración del recorrido es de aproximadamente 50 minutos, suficiente para recorrer el túnel y dejarse sorprender por las formas y colores de las rocas. Las visitas están disponibles desde las 10:00 hasta las 16:45h, con la última entrada disponible a las 16:45h, así que es recomendable reservar con antelación.
Como el terreno puede ser algo resbaladizo en algunas zonas, es importante llevar calzado cómodo y con buena suela, y tener en cuenta que el recorrido no está adaptado para personas con movilidad reducida, ni es recomendado para quienes tienen claustrofobia.
Muy cerca de la Cueva de los Verdes se encuentran los Jameos del Agua, otra maravilla natural formada por el mismo túnel volcánico. Transformados en un espacio cultural y turístico por César Manrique, son una visita imprescindible para completar la experiencia.
En plena naturaleza pirenaica, el Valle de Ordesa, parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es un auténtico paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza. Con sus imponentes picos montañosos, cascadas y bosques, este valle ofrece un paisaje único y alberga una biodiversidad increíble. Además, cuenta con rutas para todos los niveles, desde paseos suaves hasta senderos más desafiantes, lo que lo convierte en un destino ideal para cualquier aventurero.
El pintoresco pueblo de Torla, puerta de entrada al parque, ofrece una amplia gama de alojamientos, desde acogedores hoteles hasta encantadoras casas rurales. Pero si lo que buscas es una aventura completa, también hay áreas habilitadas para acampar dentro del parque o en los campings cercanos al pueblo.
¡El acceso al parque es gratuito! Si vas a explorarlo, asegúrate de llevar ropa (impermeable incluido) y calzado adecuados para montaña, agua y protección solar. El Valle de Ordesa ofrece muchísimas rutas para explorar sus senderos, pero aquí van nuestras favoritas:
En pleno corazón de la comarca de la Garrotxa, el pequeño pueblo de Besalú ofrece un fascinante viaje al pasado medieval. Su famoso puente románico que cruza el río Fluvià, con sus siete arcos y torres imponentes, es uno de los símbolos más representativos de un pueblo que ha sabido conservar su esencia a lo largo de los siglos.
La primavera y el otoño son las mejores estaciones para recorrer Besalú, ya que el clima es agradable, no hay tanta gente como en pleno verano y se puede disfrutar de sus monumentos más emblemáticos sin prisas. Algunos imprescindibles son:
Atención a los más aventureros, porque el último de los lugares más bonitos de España se encuentra suspendido en el Desfiladero de los Gaitanes. Sí, sí, tal y como lees: se trata de unas pasarelas suspendidas que recorren las vertiginosas paredes del cañón, a cientos de metros sobre el río Guadalhorce.
El Caminito del Rey, construido en 1905 para conectar dos presas hidroeléctricas, estuvo cerrado durante años tras varios accidentes por su mal estado. Sin embargo, tras una renovación, reabrió en 2015 con todas las medidas de seguridad. Hoy, los visitantes pueden disfrutar tranquilamente de impresionantes vistas de los acantilados, el río Guadalhorce y el paisaje natural. Un destino ideal para quienes buscan adrenalina y belleza a partes iguales.
El recorrido del Caminito del Rey tiene una duración aproximada de 3 a 4 horas y presenta una dificultad moderada ya que la ruta no es muy larga, pero las pasarelas colgantes pueden resultar un reto para quienes padecen vértigo. Se recomienda llevar ropa cómoda, agua, protección solar y calzado adecuado, ya que hay tramos con terrenos irregulares y rocosos. Además, debido a las regulaciones de seguridad, es imprescindible hacer una reserva online para acceder (10€ entrada general).
Cada uno de estos destinos tiene algo único que los hace especiales: encanto histórico, fauna y flora autóctonas, rutas montañosas, playas de ensueño o experiencias culturales auténticas. Para aprovecharlos al máximo, aquí van algunos consejos clave:
¡Con estos consejos, sólo queda preparar la mochila y lanzarse a la aventura!