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Guías de viaje
Oaxaca tiene mucho para ver, hacer y probar. Zonas arqueológicas, cascadas, montañas, mercados, tlayudas, chapulines y mezcal. Si te preguntas qué hacer en Oaxaca, esta guía te lleva por 10 experiencias que combinan naturaleza, cultura y buena comida.
Oaxaca es uno de mis estados favoritos. Tiene una historia fascinante y ha sido importante en la historia de México. Ahí nació Benito Juarez, el primer presidente indigena de México y de América Latina. Además tiene excelente comida (recomiendo las tlayudas del mercado de Oaxaca de Juarez) , playas con mucho ambiente, montañas y muchas tradiciones como la de hacer el mejor mezcal del país. En esta guía te comparto 10 cosas que hacer en Oaxaca. Encontrarás de todo y de todos los presupuestos: caminar por los pueblos, los sitios arqueológicos, probar platillos típicos, conocer comunidades locales y disfrutar de sus paisajes.
Ya sea que viajes por primera vez o regreses para conocer más, estos planes son una buena forma de empezar.
Monte Albán fue la capital de los zapotecas durante más de mil años. Es uno de los sitios arqueológicos más importantes de México. Se fundó alrededor del año 500 a.C. y llegó a tener más de 30 mil habitantes. Aquí se desarrollaron avances en escritura, astronomía y arquitectura. Lo más impresionante es que todo el centro ceremonial está construido en lo alto de una montaña, con terrazas, pirámides, plazas, juegos de pelota y tumbas decoradas con relieves.
Puedes tomar un taxi desde el centro de Oaxaca (aproximadamente $150 MXN ida y vuelta) o contratar un tour guiado desde $300 MXN por persona. También hay transporte colectivo que sale frente al Hotel Rivera del Ángel por unos $80 MXN ida y vuelta.
Abre todos los días de 8:00 a 17:00. La entrada cuesta $95 MXN e incluye acceso al museo del sitio.
Llega a las temprano para evitar el sol fuerte y las horas con más gente. Lleva agua, gorra y protector solar. La mejor vista panorámica la encuentras desde la Plataforma Sur.
Hierve el Agua es uno de los paisajes más raros y bonitos de Oaxaca. Un conjunto natural de cascadas de piedra que parecen congeladas en el aire. Esto se debe a los minerales del agua que brota del suelo y que, al correr por las rocas, se va solidificando. Además de las cascadas, hay pozas naturales donde te puedes bañar con vista a las montañas. Si estás ahí al atardecer quizá sea el mejor atardecer de tu viaje.
Este lugar también tiene senderos para caminar por la zona y ver las cascadas desde diferentes ángulos. Si te gusta la naturaleza y las fotos, te recomiendo mucho este lugar.
Desde Oaxaca puedes llegar en coche (2 horas), taxi privado o en tour. Si prefieres ir por tu cuenta, puedes tomar un colectivo a Mitla y de ahí una camioneta a Hierve el Agua. El trayecto completo ronda los $150–$200 MXN.
La entrada cuesta alrededor de $70 MXN. Algunos caminos cobran una cuota de mantenimiento adicional ($10–$20 MXN).
Llega temprano, antes de las 10:00 am, para disfrutar las pozas sin gente. El sendero que baja hacia el pie de las cascadas tiene menos visitantes y te da una vista completa desde abajo.
El Centro Histórico de Oaxaca tiene calles de piedra, edificios coloniales, plazas y kioscos. Siempre hay gente amable que te da los buenos días y las buenas noches. Uno de los lugares más impresionantes es el Templo de Santo Domingo, una iglesia barroca del siglo XVII con un interior lleno de detalles dorados. Justo al lado está el Jardín Etnobotánico, donde se pueden ver plantas oriundas de distintos sitios del estado.
En el centro también encontrarás museos como el de las Culturas de Oaxaca, mercados como el 20 de Noviembre, galerías de arte y espacios culturales. Puedes pasar un día entero recorriendo a pie, comiendo, viendo artesanías y conociendo gente.
Hay muchas opciones para todos los presupuestos. Desde hostales cómodos hasta hoteles boutique. Para comer, no te puedes perder las tlayudas, los chapulines y un buen mezcal en algún restaurante o fonda. Te recomiendo el mercado 20 de Noviembre que tiene de todo.
Para un buen chocolate artesanal, ve a “Mayordomo” o “Guelaguetza” en la calle Mina. Si quieres desayunar, pide una tetela y un chocolate caliente en el mercado de La Merced, muy cerca del centro.
La Guelaguetza es la celebración más importante de Oaxaca. Se realiza cada julio en el Auditorio Guelaguetza, en lo alto del Cerro del Fortín, y reúne a comunidades de todo el estado que llegan a compartir bailes, música, y alimentos. Es un espectáculo, muestra viva de la diversidad de Oaxaca, sus culturas y sus trajes típicos.
Durante dos lunes seguidos (los “Lunes del Cerro”) puedes ver presentaciones de las ocho regiones del estado. Los desfiles, conciertos y ferias gastronómicas llenan la ciudad toda la semana. Es una fiesta alegre, llena de color, tradición y mucho orgullo oaxaqueño.
Los boletos se venden en línea con meses de anticipación, pero también puedes encontrar entradas en taquilla o asistir a los eventos gratuitos que se hacen en plazas públicas. Si piensas viajar en esas fechas, reserva hospedaje con tiempo porque todo se llena muy rápido.
Algunas comunidades hacen sus propias Guelaguetzas regionales durante el año. También puedes visitar el Museo de las Culturas para aprender sobre las tradiciones y trajes típicos.
Además de la Guelaguetza y el Museo de las Culturas, hay otras formas de disfrutar de la cultura oaxaqueña:
¿Quieres ver la Guelaguetza sin pagar tanto? Hay una sección gratuita en el auditorio, pero hay que llegar muy temprano para alcanzar lugar. También puedes ver los ensayos generales unos días antes, que son más relajados pero igual de especiales.
La comida en Oaxaca es quizá mi parte favorita. El mole y las tlayudas son dos de los platillos más representativos del estado y puedes probarlos en su versión más auténtica en los mercados locales.
El mole oaxaqueño no es uno solo. Hay siete tipos tradicionales: negro, rojo, coloradito, amarillo, verde, chichilo y manchamanteles. Cada uno tiene su propio sabor, ingredientes y forma de prepararse. El más famoso es el mole negro, hecho con chiles secos, especias y chocolate.
Las tlayudas, por otro lado, son tortillas grandes y crujientes, untadas con asiento (grasa de cerdo), frijoles, quesillo, carne (generalmente tasajo o cecina) y verduras. También puedes pedirlo sin carne. Se preparan al comal o al carbón, y son un platillo callejero muy querido.
Dos lugares ideales son el Mercado 20 de Noviembre y el Mercado Benito Juárez, ambos en el centro de la ciudad de Oaxaca. Ahí encontrarás puestos sencillos con comida deliciosa, preparada en el momento.
Precios aproximados:
En el Mercado 20 de Noviembre, busca el “Pasillo de las carnes asadas”. Puedes elegir tu carne, verdura y tlayuda, y te lo preparan al instante. Ve con hambre, vale totalmente la pena.
El mezcal es parte de la identidad de Oaxaca. Su producción tiene raíces profundas en la cultura local, con métodos artesanales que han pasado de generación en generación. Los maestros mezcaleros casi siempre están dispuestos a hablarte de los procesos para hacer la bebida que incluye la cosecha del maguey (que puede tardar hasta 10 años en madurar), su cocción en hornos de piedra, la molienda tradicional con tahona (una rueda de piedra tirada por animales), la fermentación en tinas de madera y la destilación en alambiques de cobre o barro.
Los mejores lugares para visitar son Santiago Matatlán, considerado la capital mundial del mezcal, y San Pablo Villa de Mitla, que también ofrece varias opciones de recorridos y degustaciones. Algunas mezcalerías ofrecen tours guiados con catas incluidas y venta directa de producto.
Precios aproximados:
Pregunta si el mezcal es 100% artesanal y fíjate si dice “mezcal joven, reposado o añejo” en la etiqueta. Evita los que vienen en botellas con gusano o con etiquetas genéricas: suelen ser más comerciales y de menor calidad.
Si quieres sol, arena y mar, Mazunte y Zipolite son dos de las mejores opciones en Oaxaca. Aunque están cerca una de la otra, tienen personalidades distintas. Mazunte es tranquila, ideal para leer, hacer algo de ejercicio y relajarte y. Zipolite, por su parte, tiene un ambiente más libre; es conocida por ser la única playa nudista legal en México.
En ambas encontrarás opciones para practicar surf, disfrutar de unos tamales de iguana y, si vas en temporada, participar en la liberación de tortugas marinas.
Puedes encontrar desde hostales sencillos por $250 MXN la noche, hasta hoteles boutique por más de $2,000 MXN. Muchos lugares aceptan pagos solo en efectivo.
Desde Oaxaca ciudad puedes tomar un autobús a Pochutla (entre 7 y 9 horas, desde $500 MXN) y de ahí un taxi o colectivo a cualquiera de las dos playas (unos 30 minutos). También puedes volar al aeropuerto de huatulco y tomar un taxi desde ahí, Aprox una hora.
Para ver el mejor atardecer sin multitudes, sube al mirador de Punta Cometa entre semana, antes de las 6:00 p.m. Lleva repelente, agua y calzado cómodo.
La Sierra Norte de Oaxaca es un paraíso para quienes aman la naturaleza. Aquí, varias comunidades zapotecas se han organizado para ofrecer experiencias de ecoturismo que cuidan el entorno y generan ingresos locales. Puedes caminar entre bosques de niebla, respirar aire fresco, ver aves y convivir con las personas que habitan estos pueblos.
Los Pueblos Mancomunados —como Benito Juárez, La Nevería o Latuvi— ofrecen actividades como senderismo, ciclismo de montaña, tirolesas, paseos a caballo y talleres de cocina tradicional.
Las cabañas ecoturísticas cuestan entre $300 y $800 MXN por persona, por noche, e incluyen lo básico para una estancia cómoda y rústica. Algunas incluyen desayuno.
Desde Oaxaca ciudad, puedes tomar un colectivo desde el Mercado de IV Centenario rumbo a alguno de los pueblos (2–3 horas de trayecto, alrededor de $100–$150 MXN). También puedes contratar transporte privado o llegar en auto.
La ruta de Latuvi a San Miguel Amatlán es poco transitada y tiene vistas espectaculares. Lleva agua, chamarra y unos buenos tenis. Pregunta por un guía local, quizá es un poco caro pero vale la pena.
El Árbol del Tule es un gigantesco ahuehuete ubicado en Santa María del Tule, Oaxaca. Con un tronco que mide más de 42 metros de circunferencia, este majestuoso árbol ostenta el título de ser el más ancho del mundo. Se estima que tiene más de 2000 años, lo que lo convierte en uno de los seres vivos más antiguos de la Tierra. Su enorme tamaño y longevidad han hecho que se convierta en un símbolo de la región y un punto de visita obligado para quienes viajan a Oaxaca.
El Árbol del Tule se encuentra en el pequeño municipio de Santa María del Tule, a unos 15 minutos en coche desde la ciudad de Oaxaca. Al ser un punto turístico popular, es fácil llegar en transporte público o privado desde el centro de la ciudad.
Qué más ver cerca
La entrada al Árbol del Tule es económica y está bien organizada. El costo es de aproximadamente $25 MXN por persona. Además, el acceso está controlado por el municipio para garantizar la conservación del árbol y su entorno.
Horarios recomendados:
Si te da hambre después de tu visita, hay varios lugares cercanos donde puedes disfrutar de comida casera oaxaqueña. Uno de los más recomendados es “La Casa del Tule”, un restaurante local que ofrece comida tradicional, como tlayudas, moles y mezcal. La cocina casera de este lugar es famosa por su sazón auténtica y la frescura de sus ingredientes.
Si te gustan los sabores locales, prueba la tlayuda con tasajo.
Oaxaca es famosa por su tradición artesanal, y dos de sus pueblos más representativos para comprar artesanía son Teotitlán del Valle y San Bartolo Coyotepec. Ahí encuentras las alfombras tejidas a mano y barro negro de la región, productos que son considerados el epítome de la artesanía oaxaqueña.
Si compras varias piezas, a menudo los artesanos están dispuestos a ofrecerte un descuento, pero siempre de manera respetuosa.
Oaxaca es un estado hermoso, pero desplazarse por él puede ser un reto si no conoces las opciones de transporte disponibles. Aquí te dejo una guía sobre cómo moverte por la ciudad y hacia sus principales destinos turísticos.
La eSIM es una excelente opción para mantenerte conectado durante tu viaje a Oaxaca, especialmente en áreas alejadas. Al ser una tarjeta SIM digital, no necesitas cambiar tu tarjeta física ni buscar puntos de venta locales para comprar una SIM. Simplemente activa tu eSIM antes de tu llegada o al aterrizar, y estarás listo para conectarte de manera rápida y sin complicaciones.
La ventaja principal de la eSIM es su flexibilidad, te permite elegir planes internacionales o locales, optimizando el costo de la conectividad en diferentes regiones de Oaxaca. Además, en áreas rurales como Hierve el Agua o Mitla, donde la cobertura móvil puede ser limitada, una eSIM te facilita la transición entre diferentes operadores sin tener que preocuparte por perder la señal. Esto es especialmente útil si necesitas acceder a mapas en línea o comunicarte con tu hospedaje mientras exploras.
Esos son todos los consejos que tengo para visitar y conocer Oaxaca. ¡Espero que te sirvan y que te emocionen lo suficiente para comprar tu vuelo y volver!

