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Guías de viaje
Marrakech es una ciudad desbordada, llena de movimiento e historia. Estas son algunas de mis recomendaciones para hacer en un viaje de cuatro días por este lugar único.
Fui a Marrakech en enero de este año. Nunca antes había estado en un país africano ni del mundo árabe. Me sorprendió encontrarme con calles llenas de energía, de gente yendo y viniendo y de ese caos tan familiar para mí, siendo originario de un país como México. También me sorprendieron la arquitectura y las ganas de la gente de darle la bienvenida a los visitantes. Marrakech es una ciudad que te arroja cosas, una ciudad desbordada. Llena de movimiento e historia. Recomiendo ampliamente hacer un viaje a Marrakech con la mente abierta y la mirada despierta. Dispuesto a descubrir, a disfrutar de la comida y a pasar algunos días de esparcimiento entregado a lo que esta ciudad tiene para ofrecer.
Aquí están algunas de mis recomendaciones para hacer en un viaje de cuatro días.
Caótica y fascinante, Marrakech está llena de lugares increíbles. Algo de lo que más disfruté en mi viaje a Marrakech fueron los mercados, con ese ir y venir de gente, la comida cocinándose en los tajines; unas ollas muy particulares hechas de barro con tapas cónicas en las que se cocina de todo, verduras, carne de cerdo y de res, pollo, etc., y ver a la gente vendiendo todo tipo de productos: comida, electrodomésticos, bisutería, fósiles, productos de belleza y, por supuesto, souvenirs (imanes, camellos peluche, playeras, bolsas y demás). Hay pocas cosas que no se puedan encontrar en un mercado marroquí. Recomiendo dedicar uno de los días del viaje a perderse en el mercado principal.
La Medina de Marrakech es un laberinto de callejuelas llenas de puestos de especias, tés aromáticos y artesanía local. Recomiendo ir temprano en la mañana, antes de que se llene de gente y de otros turistas, perderse entre las calles y platicar con los vendedores.
Puedes continuar el día, visitando el Zoco, uno de los mercados más importantes de la ciudad. Ahí hay muchos sitios para comer, los identificarás cuando encuentres los tajines sacando vapor ya sea en la entrada o detrás de la barra y también encontrarás puestos de artesanía, especias, lámparas y artículos locales.
Al caer la noche, pásate por la Plaza Jemaa el-Fna que cobra vida con músicos, encantadores de serpientes y puestos de comida. Es un lugar curioso donde conviven muchas cosas, artistas callejeros, vendedores y viajeros. Siéntate en uno de los cafés con terraza para disfrutar del característico té que te sirven en todos lados y disfruta de la vista de la plaza iluminada.
Tip insider: la mejor hora para visitar la Plaza Jemaa el-Fna es al atardecer, cuando las luces se encienden y le confieren al espacio algo de misterio. Toma en cuenta que si quieres hacer fotos de los encantadores de serpientes te cobrarán. Pregunta el precio antes de hacer la foto y si no quieres pagar, mejor no sacar el celular para evitar malentendidos.
La arquitectura en Marrakech es una de las cosas que más disfruté. Sus palacios y mezquitas reflejan la historia y belleza de la arquitectura islámica, con arcos de herradura, intrincados detalles donde sea que se clave la vista y patios abiertos que llenan de frescura los edificios incluso en los meses de calor. Estas son las visitas arquitectónicas que más recomiendo:
Palacio Bahía: comienza el segundo día de tu viaje a Marrakech visitando el Palacio de la Bahía, que te ayudará a empaparte de la arquitectura marroquí e islámica del siglo XIX. Al entrar por una gran puerta de arco de herradura, un sendero ajardinado te conducirá al Riad Pequeño, un jardín simétrico rodeado de habitaciones. Más adelante encontrarás el Patio Grande, fíjate en el suelo de mármol de Carrara y las coloridas galerías de madera. Cada lugar al que mires dentro del palacio está adornado con mosaicos, techos de cedro tallado y azulejos de zellij, testimonio del talento de los artesanos marroquíes y de su dedicación a la hora de construir.
Tumbas Saadíes: las Tumbas Saadíes son un tesoro, un complejo funerario del siglo XVI donde descansan más de 60 miembros de la dinastía saadí. Lo más vistoso es la sala de las 12 Columnas, con mármol de Carrara y un techo de cedro con detalles intrincados, y el Mausoleo de Lalla Massouda, decorado con azulejos. Piérdete en su arquitectura, que refleja el esplendor arte y la arquitectura islámicos.
Jardines de Majorelle: estos jardines fueron creados por el pintor Jacques Majorelle en 1924 y rescatados por Yves Saint Laurent en los años 80. En su interior encontrarás una colección de plantas de los cinco continentes, entre senderos de bambú, estanques con nenúfares y paredes de un azul profundo, el icónico azul Majorelle. Descubre el museo bereber, donde textiles, joyas y objetos tradicionales cuentan la historia del pueblo amazigh. Un rincón imprescindible para conectar con la esencia artística y multicultural de Marruecos.
Los hammams son mucho más que una experiencia de bienestar, son una costumbre semanal en la vida de los marroquíes. El proceso completo varía dependiendo la región y si están más destinados a turistas o a la población local pero consisten más o menos en los siguientes pasos:
Algunos de los hamanes más recomendables de Marrakech son: Les Bains d’Azahara, que ofrece masajes y baños de aromaterapia; Rosa Bonheur, con tratamientos naturales y marroquíes; y Ziani, un hammam tradicional. No olvides llevar ropa de baño y aprovechar esta experiencia en tu viaje a Marrakech.
Finaliza el día con un paseo tranquilo por alguno de los mercados menos conocidos y por lo mismo menos turísticos de la zona. Te recomiendo personalmente el Mercado de las Especias, o Souk des Épices. El aire está impregnado de aromas como azafrán, comino y otras especias, genera una experiencia sensorial muy particular. Los vendedores, con sus pilas de productos, son muy platicadores y te permitirten probar y oler de todo antes de comprar. Es el lugar perfecto para encontrar especias frescas y mezclas únicas que no se encuentran fácilmente en otros lados.
Tip de insider: el regateo es muy común en Marruecos. Pregunta siempre los precios e intenta, siempre con respeto, proponer algo más bajo ¡Negocia con paciencia y buen humor!
Te recomiendo que en tu viaje a Marrakech salgas a conocer los paisajes naturales a las afueras. Esto es quizás el mejor de los planes del viaje. A mi me sorprendieron muchísimo las formaciones rocosas de las montañas del atlas, la garganta del dades, los palmerales y el desierto. Elige uno de ellos y busca un tour que te lleve.
Tip de insider: agencias locales de viaje ofrecen servicios buenos a buen precio. Busca las que tengan mejores reseñas y compararlas antes de hacer tu viaje a Marrakech.
Dar El Bacha: te recomiendo mucho visitar este palacio durante tu viaje a Marrakech. Pon atención a los detalles, las columnas, las paredes, los baños antiguos. La visita dura más o menos una hora y hace un recorrido por las estancias del palacio bañadas por una luz que genera contrastes en cada rincón.
Los talleres de los herreros del Zoco: están en una zona algo oculta, alejada de las calles principales, pero con un poco de preguntar, seguro que puedes llegar. En estos talleres, los herreros trabajan el hierro para crear diversos productos, como las famosas lamparillas que luego se venden en el mismo mercado. Es muy interesante verlos en acción, aunque debes tener cuidado con el calor y los materiales. También puedes pedirles que te expliquen su trabajo o sacar fotos. Eso sí, con cautela porque las medidas de seguridad no son muy rigurosas y hay que andar a las vivas. Siempre que vayas a tomar fotos pregunta antes si tienes que pagar.
El Jardin Secret: con más de 400 años de historia, abrió al público en 2016 tras una profunda restauración. Originalmente propiedad de sultanes y figuras políticas, fue abandonado por conflictos internos. Hoy, puedes disfrutar de dos jardines: uno exótico, con plantas de todo el mundo, y otro islámico, que sigue la interpretación coránica. Desde la torre se tienen vistas de la ciudad. Además, el lugar tiene una cafetería y varios bancos para sentarte a leer y pasar la tarde.
Estos son mis favoritos:
Bazaar Café es un restaurante famoso por sus vistas de la Medina desde la terraza. Ofrecen un menú por 95 dirhams que incluye entrante, plato principal y postre, con opciones tradicionales como tajine, cuscús y hummus, así como platos más occidentales y deliciosos postres caseros.
Dirección: Derb Sidi El Yamani, 24B
Ubicado cerca de las Tumbas Saadíes, es un restaurante con terraza que ofrece una muy buena relación calidad-precio. Con vistas a la Mezquita Koutoubia, se destaca por su ambiente y su comida marroquí tradicional, como tajine, cordero, keftas y cuscús de carne. Los platos principales rondan entre 100 y 120 dirhams.
Dirección: Derb Hajra, Bab Agnaou
Amal es un restaurante que funciona como cooperativa ofreciendo empleo a mujeres desfavorecidas. Ofrecen desayuno, comida y cena, y es necesario hacer reserva. Aunque está un poco alejado del centro, se puede aprovechar la visita a los Jardines Majorelle para acercarse.
Dirección: Rue Allal Ben Ahmed, Marrakesh
Tip insider: Alojarte en un riad auténtico mejora la experiencia sin gastar una fortuna. Busca opciones con desayuno incluido para ahorrar.
Aquí tienes un mapa con todas las ubicaciones recomendadas. ¡Asegúrate de tener conexión para no perderte en las calles laberínticas y los mercados!